jueves, 22 de octubre de 2009

Espejos

Cuando llegué a los 30 creí que estaba en condiciones de reconocer a un pelotudo. Que sólo unas palabras, un gesto o simplemente su apariencia me darían los indicios suficientes para catalogarlos.

Creo que no me equivoqué, que puedo distinguirlos y casi nunca fallo. Ese es el mayor problema. Últimamente la vida me está poniendo muchos especimenes de ese tipo en el camino y la mayoría de las veces de sus decisiones depende mi futuro.

Estoy empezando a pensar que probablemente sea uno de ellos. Por las dudas ando esquivando los espejos.

2 comentarios:

  1. Y RECIÉN AHORA TE PASA? TUVISTES SUERTE DE LLEGAR A LOS 30. YO ME DI CUENTA MUCHO ANTES

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  2. Fer: espero que hables de tu condición de boludo y no de la mia. Yo también me di cuenta antes, pero no quedaba bien decirlo

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