A quien corresponda:
Hace algunos días vengo bastante enroscado. Si la consigna es
simple es, básicamente, porque la pagan otros; en todo caso lo pagamos entre
todos. ¿Quién puede juzgarme?
Entonces agarro un manojo de 29 letras y las tiro sobre el
papel, después el milagro de los panes y los peces y aparecen las palabras que
como cuchillos me van desgarrando.
Hace tiempo que todo esto se volvió una especie de tortura.
El encierro, sobre todas las cosas, el encierro combinado con esas
irreprimibles ganas de salir y el hermetismo.
No voy a volver a repetirme, porque básicamente no quiero
mentirme otra vez, pero quien te dice que todo sea distinto de ahora en más.
Saludos
Gracias por rescatar la poesía popular
ResponderEliminarLa recordaba solo parcialmente y con ligeras variantes.- Transcribo al pie
Seguí escribiendo. Lo hacés bien
saludos
Argie 200
“La reja”
En un lejano pueblito
Y en ocuro callejón
Se encontraba una pareja
En infatigable acción
Ella apoyada en la reja,
en actitud pecadora,
lofrecía tentadora
Su archipeluda cajeta
El sobándole una teta
miró para todos lados
para ver si eran vichados
Por miradas indiscretas
sacó la pija con corte
era tremenda barreta
que saltó como resorte
cuando él abrió su bragueta
Era porongo fornido,
soberbio, descomunal.
¡qué bárbaro el animal,
qué quipote había tenido!
Y empezó a hablarle al oído
palabras muy amorosas:
abrí tus piernas preciosa,
entregame el tierno nido.
La mina trató de hablar:
¿Te habrás propuesto matarme?
pues yo no puedo tragarme
una garcha tan atroz.
Y él con un gesto feroz
y un poco de disimulo,
le metió un dedo en el culo
para cogerla mejor
La piba pedía pan
y pa´ bien dice el refrán
Que lo bueno dura poco.
Pues bajo la luz de un foco
un botón se vio asomar
Y la mina al palpitar
La maroma que venía
Le dijo al macho que hervía:
¡Querido sacá la pija!,
Sacala rápidamente.
Mirá que viene el agente
Y nos va a portar en fija.
Y el cana, que era decente,
Una vez que allí llegó
De esta manera engranó:
No parece procedente,
que jóvenes de su talle
anden cogiendo en la calle
cómo dos perros calientes.
Todo el barrio está indignado
Todos los días hay quejas
Pues se dice que en el reja
Se piroba de parado.
Y algunos despreocupados,
Que son los más asquerosos,
Después de coger gustosos
Dejan los forros colgados.