– ¿Qué pasa Luis? no me asustes –respondió Bárbara-
– Nada que te pueda decir por teléfono. Yo sé que habíamos quedado en no vernos por unos días, pero es importante que hablemos cuanto antes.
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– ¿Es algo grave? Preguntó ella.
– Eso lo vas a decir vos cuando nos veamos y te lo cuente.
– Si es lo que me imagino te juro que te mato, dijo Bárbara.
– No te imagines nada, esperá a que te lo diga y después decidí que querés hacer conmigo.
– Dejame que hablé con Julieta y veo si puedo suspender la reunión. Si no tiene problemas nos encontramos hoy mismo en el bar de Callao y Santa Fe.
– Preferiría que fuera en mi casa
– ¿Por qué en tu casa?
– Porque en el bar hay mucha gente y sabés que no me gusta discutir en público.
– Marcos, si es lo que me estoy imaginando te juro que te la corto.
– Basta Bárbara, no te imagines nada, cuando nos veamos te lo voy a contar.
Después te llamo -dijo Bárbara- y corto, Luis se quedó con el auricular en la mano. Bárbara hundió la horquilla con el dedo índice de la mano derecha y volvió a marcar mientras con la izquierda mantenía temblorosamente el tubo.
Florencia levantó el tubo y escuchó la voz de Bárbara.
– Flor, hoy no me puedo juntar. ¿Lo podemos pasar para mañana?
– Que pasó –preguntó Florencia-
– Todavía no sé, pero creo que es algo grave-dijo Bárbara-
– Algo grave, no me asustes Barby.
– Todavía no lo sé, pero creo que Luis me engaña.
– ¿cómo que te engaña? No puede ser, tiene que haber un error Barby –dijo Florencia-
– Ningún error, recién me llamó y me dijo que tiene que hablar conmigo de algo que no me puede decir por teléfono. Es seguro Bárbara, me está cagando.
– No puede ser. ¿De ser así por qué te lo contaría?
– Porque tiene cola de paja, porque siente culpa, porque es una mierda.
– Pará un poco, no te des manija. Esperá a ver que te dice.
– Si, ni bien salgo del trabajo voy para la casa. SI no te llamo antes de las 8 es porque lo maté y me fugué.
– No seas paranoica, y no hagas pavadas
– Ninguna pavada, te juro que lo mato –dijo Bárbara y cortó-
Sacó su celular y escribió un mensaje de texto.
Salgo del trabajo
y voy para alla
y voy para alla
un minuto antes de la hora de salida estaba frente la reloj, cuando marcó la hora exacta apoyó la tarjeta y salió. Quería llegar cuanto antes, aunque interiormente no quería llegar nunca. El 92 se hizo esperar y, a diferencia de otras veces, viajó parada.
Luis esperaba ansioso, sabía que no sería fácil, pero tenía la esperanza de que Bárbara lo entendiera. Incluso esperaba que ella lo ayudara a salir adelante.
Bárbara se paro frente al portero y pulsó el 7º A. ¿quién es? –dijo Luis-. Soy yo –respondió Bárbara–.
¿Te olvidaste las llaves? –preguntó Luis-. Si –respondió ella–, aunque las llaves estaban en su cartera, como siempre lo están desde que son pareja.
Luis bajó a abrir y no se dijeron otra palabra más allá del hola obligado.
Los siete pisos en ascensor fueron eternos.
El departamento estaba hecho un desastre, a pesar del esfuerzo que puso Luis en poner un poco de orden. Él estaba bastante desalineado y tenía una barba de más de una semana. Sonaba Hotel de mil estrellas y sobre la mesa había un sándwich de salame a medio comer y una botella de cerveza vacía.
Bárbara se dejo caer en el sillón sin dejar de mirar a Luis. Él se sentó en la silla y dio otro mordisco con la mirada perdida.
– Soy todo oidos –dijo ella-
– No sé como decirtelo –responió él-
– Si tuviste huevos para hacer lo que hiciste, tené huevos para decírmelo.
– Pasó sin darme cuenta Barby. Cuando tomé conciencia ya era muy tarde para volver atrás, pero si vos estás dispuesta a…
– ¿A qué Luis? Decime quien es!
– Soy yo Barby
– Quién es la hija de puta.
– ¿De qué me hablás? –dijo Luis-
– No me hagas enojar más y decimelo ya!
– Estás confundiendo las cosas. Teestáscomiendocualquiera.
– De-ci-me-lo-ya
– Barby, yo soy…
– ¿Sos qué?
– Soy
– ¿qué? Luis ¿qué?
– Soy
– Decilo ya!
– Soy gordo Barby, soy Gordo.
– ¿cómo que sos gordo?
– Si Barby, soy gordo.
– Sos un sorete. Eso es lo que sos. ¿Cuanto hace?
– No sé, que se yo fue pasando de a poco. Yo esperaba que algún día te dieras cuenta sola. Pero vos nunca te das cuenta de nada.
– Sos un sorete Luis –gritó ella-
– Perdoname –dijo él entre lágrimas-
– No te perdono nada.
– Por favor, si vos me ayudás yo puedo…
– Vos no tenés cara. Soy una estúpida, como no me dí cuenta antes
– Perdoname
– Ahora me cierra todo, ahora caigo. Con razón.
– Por favor, no me dejes.
– Ya es tarde Luis, no te quiero volver a ver en mi vida –dijo sollozando Bárbara-
Bárbara salió del departamento dando un portazo. Él pensó en correr tras ella pero supo que sería inútil.
Nunca más volvieron a verse.
Ambos pasaron varios meses de depresión. Luis adelgazó 50 kilos. Bárbara engordó 20.
estas limado nene.
ResponderEliminarTipico ejemplo de que las mujeres no quieren escuchar.
ResponderEliminarY si, la verdad es que hay cosas que preferimos no escuchar.
ResponderEliminarSaludos
Vani
jajaja en un momento no aguantaba mas la tension....la verdad coincido con diego a las mujeres no nos gusta escuchar lo que no estamos dispuestas a enfrentar...
ResponderEliminarcuantas historias se deben haber terminado de esa forma no??? por no escuchar lo que el otro tiene para decir.....
besossss
Las parejes pocas veces hablan de lo mismo al mismo tiempo...ja ja, me gustó!!
ResponderEliminarProbando......
ResponderEliminarmuy bueno, pero me trajo malos recuerdos. Mas de una vez vivi alguna situacion asi.
ResponderEliminarMuy bueno Tato, bien, cuantas veces en la pareja pasa eso, cuantas!!! Gracias x el hotel de mil estrellas...
ResponderEliminarJoaquín: posiblemente esté un poco limado, y de ser así bienvenida sea la limadura (ojalá sea de oro)
ResponderEliminarDiego: La mujer es cosa así, ahora viene y te rompe todo....
Vanina: gracias por confirmarlo
Masmedula: gracias por pasar simpre. Preferimos no escuchar lo que estamos cansados de decirnos a nosotros mismos.
Fer: bienvenido al mundo de los comentarios. Nunca jamás, sino sería aburrido.
Anónimo 1: te acompaño el sentimiento
Anónimo 2: cuando me cruce con Andrés le paso el piropo.