Mi vida es aburrida

All I can say is that my life is pretty plain
No rain – Blind melon

Mi vida es aburrida. Supongo que lo es la de casi todo el mundo. Será por eso que nos aferramos a los libros y al cine, a las historias fantásticas. Es por eso que tenemos ídolos, porque su vida es mejor que la nuestra. Al menos es lo que creemos. Pensar que cada día puede ser “el día” es por lo único que me levanto de la cama, y hay días que son distintos. Este lo fue.

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Los que no estamos conformes con nuestra vida tendemos a buscar emociones donde nunca las hubo, ni las habrá. Yo, por decir uno de los tantos lugares en donde las busco, pongo esperanzas en mi mail.

Desde que abrí mi primera casilla de correo, hace ya varios años, cada vez que pongo el último caracter de mi contraseña, la ansiedad desborda mi cuerpo. Pero nunca hay en mi bandeja de entrada un correo que me cambie la vida. Casi nunca.

Una tarde de invierno fue la excepción. El asunto decía LATE Mr. SONEUS.

Supuse que era un SPAM. Igualmente lo abrí, quería saber de que se trataba. Su contenido era más o menos así (digo más o menos porque es mi nivel de inglés)

Antes que nada había un logo muy paquetoLindo, distinguido, una dirección de Camerún y un número de teléfono de trece dígitos. Debajo Mr Williams, escribió lo siguiente:

Dear SoneuS,

Esta es una carta personal entre Usted y yo. Espero no causarle ninguna pena (embarrasment) o shock, y sepa que no estoy equivocado al haberme contactado con Usted.

A esta altura el corazón me latía a 10 mil pulsaciones por segundo. La herencia —pensé— ligué una herencia.

No sabía si seguir leyendo. Comencé a sudar. El puntero del mouse comenzó a dibujar pequeños círculos en la pantalla. Los círculos comenzaron a ser cada vez más grandes. Traté se serenarme. Respiré hondo, encendí un cigarrillo y seguí leyendo.

Mi nombre es X Williams —continuaba el relato— soy uno de los socios del Estudio de abogados “X” de Camerún, África.

Me comuniqué con Usted porque su apellido coincide con el de mi último cliente, Jhon Soneus, quien perdió la vida, junto a su mujer y su único hijo, en un accidente automovilístico en Kenia dos años atrás. Mi cliente, su única familia directa y los demás ocupantes del vehículo murieron esa tarde.

Hasta el día de su muerte mi cliente había firmado innumerables contratos con empresas mineras que le habían dejado ganancias millonarias.

Después de leer este párrafo casi no podía contenerme, quería concentrarme para seguir descifrando el contenido, pero me era imposible hacerlo. Me maldije en once idiomas (menos en ingles) y recordé todas las veces que me había negado a estudiar el idioma sajón.
Me puteéArg. Insulto = mamá prostituta en Francés y odié más que nunca cada una de las horas que pasé tratando de aprenderlo.

¿Para qué? —me preguntaba—, si nunca, jamás en los dos años de vida de mi casilla había recibido un mail en francés. Ni un spam me había llegado en francés. Ni la publicidad de una página porno. Ni la de un alargador peneano. Nada.

pauvre con!!Fr. Boludo, Imbecil, idiota

Traté de serenarme. Chupé el cigarrillo e imaginé e el próximo párrafo.

“Mi cliente dejó un testamento en el cual hace acreedor de toda su fortuna a su primo argentino. En el que expresa que a pesar de no conocerlo lo apreciaba mucho y estará feliz sabiendo que Usted no dilapidará su fortuna. Dice que lamenta la situación actual de su país: Que está enterado de la renuncia del Señor Fernando de la Rua, y que usted no debe preocuparse por eso, ya que de ahora en más usted dispone de los medios necesarios para llevar una vida holgada.”

Pero no, sus palabras eran las siguientes:

Me pongo en contacto con Usted, señor SoneuS, porque en la cuenta de Jhon hay 12.500.000 dólares, cuyos únicos beneficiarios son, según su herencia, su mujer y su hijo. Y como le dije antes, Señor SoneuS, ellos están muertos.

Es la mía —pensé—gracias dios! Chau a este laburoArg. Trabajo, empleo de mierda, chau a madrugar, chau a todos.

Creo que fueron los cinco minutos más felices de mi vida (hasta ese momento, después lo creí varias veces más). Ya me estaba haciendo el bolso para ir a París.

—Viste salameArg. Idiota, estúpido —me decía a mi mismo— viste que hiciste bien en estudiar francés.

—bon jour mademoiselle, voulez-vous coucher avec moi?—repetí incontables veces bajando el tono de mi voz ante el reflejo en el monitor.

Después levanté el teléfono y le dije a Matías:

—Necesito que me digas si lo que dice el mail que te estoy reenviando es lo que yo creo. No lo dejé responder y corte para seguir leyendo.

Como su abogado, y ejecutor de sus bienes, —continuaba el texto—el banco me ha enviado un aviso en el cual me comunica que de no encontrar un beneficiario para la herencia, la cuenta de mi cliente será confiscada por el gobierno.

Ya lo encontró Sr. Williams, no busque más.—dije en voz alta—

Mi cliente era ciudadano norteamericano, y aunque a usted le cueste creerlo no tiene ningún pariente que tenga derecho a reclamar su fortuna. Por ese motivo decidí buscar a través de Internet. Y ha sido mi día de suerte Sr. Soneus, ya que lo he encontrado.

Yo comenzaba a desmoralizarme, incluso volví a prestar atención a mis obligaciones laborales mientras esperaba la respuesta de mi amigo. Intuí que lo que seguía no sería tan bueno.

La tentación me venció y retomé la lectura cotejando mi traducción con lo que ofrecía el traductor de el mundo.

Y tal como lo supuse, venía la parte fea:

Suponiendo que usted no sea pariente de Jhon, no se preocupe, tengo las suficientes influencias como para que, trabajando juntos, logremos engañar a la entidad bancaria haciéndonos de la fortuna de mi cliente.

Hasta mañana —dijo mi jefe asomándose sobre el tabique de mi escritorio—.

Hasta mañana —respondí sin quitar los ojos de la pantalla—.

De haberse ido quince minutos antes, mi respuesta hubiese sido otra y hubiera pasado de futuro millonario a ser el linyeraArg. Ciruja, sin techo más limpio del conurbano bonaerense.Habitante del primer cordón que rodea la Capital Federal

Fijé nuevamente la vista en el monitor y continué leyendo:

Subsecuente a su respuesta, hablaremos sobre los pasos necesarios para la culminación de la empresa.

Saludos cordiales,

Mr. Williams

Otra vez estaba aturdido, sin bien no todo era color de rosa existía la posibilidad.

La posdata respondió a mis pensamientos

P.D: No se preocupe Sr. SoneuS, tengo los documentos necesarios para realizar la transacción sin que Usted corra ningún riesgo: Por favor envíeme su nombre completo, su número telefónico y su número de fax a mi correo particular. xxx@xxx

Es lo que pensás —escribió Matías en el Messenger— Ni se te ocurra a responderle.
— ¿Por qué no? respondí
—No seas boludo
—redactame la respuesta. Ponele que quiero más datos.
—Ni en pedo, andá a saber quien es ese tipo.
—Por favor
—No

No hubo caso, Matías se negó a traducir mi respuesta y la otra persona de confianza que sabía hablar en inglés, seguramente, pensaría igual que él.

Respondí corto para que no se notara mi analfabetismo sajón.

Estimado Sr. Williams

No voy a mandarle ningún dato mio si Usted no me da más precisiones. Soy argentino, así que por favor escríbame en castellano. (Escribí con mi inglés)

Saludos cordiales,

Sr. Soneus.

Esa noche me costó dormir, sabía que en un 90% eso era irreal. Sin embargo el 10% restante pesaba demasiado.

La mañana siguiente su respuesta estaba en la bandeja de entrada:

Urgent Mr. Soneus—era el asunto—

Señor Soneus, no sea estúpido mandeme cuanto antes sus datos así comenzamos la operación. Todo saldrá bien, así que Usted se quedará con el 20% de la fortuna de mi cliente.

Mi respuesta fue inmediata y en castellano:

Mirá sorete, está bien que yo sea argentino, que la esté pasando bastante mal y que nunca vi, y probablemente nunca vea ni en fotos dosmillonesymediodedólares, pero no voy a tolerar que me vengas a forrear.Arg. Extorsionar, usar, manipular
Si querés más información mandame todos los datos que tengas y contame hasta el más mínimo detalle de lo que pensás hacer.

Chau.

Soneus

Respondió inmediatamente:

Por favor escríbame en inglés, estoy buscando un traductor, pero creame que no es fácil encontrarlo.

No sea idiota, este es un gran negocio para ambos

Mr. Williams

Mi respuesta:

Sr Williams:

Si por ocho palos verdes usted no es capaz de conseguir un traductor lo lamento. Reconozco que tengo cara de boludo, pero por suerte usted nunca me la vio. Consiga el traductor y después hablamos.

Nunca más tuve noticias de él.

Esa misma noche mientras miraba “Expreso de medianoche” supe que había hecho lo correcto.

Varios meses más tarde recibí un e-mail parecido. La historia era la misma pero la redactaba Mr. Collins.

Ni me molesté en responder. Seguía siendo pobre, pero todavía me podía dar el gusto de ir al cine una vez por semana.

Eso sí, me juré a mi mismo que al primer encuentro cercano del tercer tipo que tenga me la juego sin dudar.